A pesar de que la canalización de la dispensación de fármacos a través de los servicios de farmacia hospitalaria se inició en España en los años 80, en los últimos años, coincidiendo con la crisis económica y con las tensiones presupuestarias de los sistemas sanitarios, el traslado de fármacos del canal de la oficina de farmacia al servicio de farmacia hospitalaria se ha visto notablemente incrementado. Según la opinión de diferentes agentes implicados, estos cambios recientes en las condiciones de dispensación no se encuentran justificados en general por motivos estrictamente clínicos o farmacológicos, sino que pueden responder más a criterios economicistas, con el objetivo de incrementar el control sobre el gasto farmacéutico.
La profesión farmacéutica está inmersa en el desarrollo de servicios asistenciales, empeñada en mostrar a las Administraciones públicas, a los demás profesionales sanitarios y a la sociedad en general, lo que son capaces de hacer. El estudio más amplio desarrollado hasta el momento es conSIGUE, el programa para la implantación y futura sostenibilidad del servicio de seguimiento farmacoterapéutico en la farmacia comunitaria española. Los resultados arrojan unos 2.272 millones de euros de ahorro estimado para el SNS y suponen la carta de presentación con la que solicitar la remuneración de un servicio que consideran necesario y sostenible